¿Cómo limpiar tus gafas de sol sin rayarlas?

Llegó la hora de sacar las gafas de sol del cajón (si las habías guardado). El astro rey empieza a tener protagonismo.

Tres problemas:

1. Las gafas de sol (las buenas) son una inversión importante.

2. Se manchan fácil.

3. Se rayan aún más fácil.

La buena noticia es que si las mantienes limpias verás mejor (esto es obvio, pero nos suele olvidar) y prolongarás su vida útil porque los materiales cuando están limpios se deterioran menos.

También podemos verlo al revés: unas gafas de sol sucias o limpiadas de cualquier manera durarán mucho menos.

Te daremos todas las claves para que puedas disfrutar de tus gafas durante mucho tiempo.

¿Qué necesitas para limpiar tus gafas de sol correctamente?

Antes de empezar, asegúrate de tener a mano lo siguiente:

  • Agua: Debería ser destilada o filtrada para evitar microdaños en la lente, pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Si tienes agua destilada (la que se usa para planchar) utilízala, en caso contrario usa agua del grifo.
  • Jabón líquido: Con dos gotas será suficiente. Evita jabones con lociones, cremas hidratantes o productos químicos agresivos. Puedes usar el típico que se utiliza para fregar los platos.
  • Paño de microfibra: Utiliza dos paños limpios. Uno para limpiar y otro para secar. Estos paños están diseñados para “recoger la suciedad” y no rayan las lentes.
  • Limpiador específico para gafas (opcional): Debe ser específico para gafas y compatible con cualquier tratamiento que tengan tus lentes.

Tras la limpieza de las gafas de sol necesitarás un estuche para guardarlas de forma segura.

¿Qué debes evitar siempre?

Para prevenir daños, nunca utilices lo siguiente para limpiar tus gafas de sol. Estos productos de uso cotidiano pueden rayar las gafas.

  • Tu camiseta o cualquier otra prenda de ropa: Esto es tan frecuente como peligroso. Las fibras de la ropa atrapan partículas de suciedad que rayarán las lentes. Si quieres mantener tus gafas de sol en perfecto estado debes evitarlas.
  • Toallas de papel, pañuelos o servilletas: Son productos derivados de la madera y pueden ser sorprendentemente ásperos al tacto. No es lo ideal si quieres mantener las propiedades de las lentes.
  • Limpiadores domésticos para cristales: Suelen contener amoniaco o productos químicos agresivos capaces de dañar los recubrimientos de las lentes.
  • Saliva: Aunque pueda parecer una solución rápida, no es higiénica ni efectiva.
  • Disolventes como acetona o alcohol: Deterioran los materiales de la montura y los recubrimientos de las lentes.

Ahora sí, vamos con el proceso correcto para limpiar unas gafas de sol.

Pasos para limpiar tus gafas de sol sin rayarlas

Sigue estos pasos para una limpieza segura y efectiva:

1. Enjuaga las gafas

Esto eliminará partículas de polvo y suciedad sueltas que podrían rayar las lentes durante la limpieza.

Es sencillo: sostén las gafas de sol bajo agua tibia (idealmente agua destilada). Hazlo en ambas caras de las lentes y también en la montura.

2. Aplica unas gotas de jabón

El jabón sirve para eliminar los restos de grasa y las huellas.

Pon una gota muy pequeña de jabón líquido suave para platos en la punta de tus dedos. Frota suavemente sobre ambas caras de las lentes y por toda la montura, incluyendo los soportes nasales y las patillas.

3. Enjuaga de nuevo

Vuelve a colocar las gafas bajo un chorro de agua tibia. No debe quedar ningún residuo de jabón, ya que eso podría dejar manchas al secarse.

4. Sacude el exceso de agua

Antes de usar un paño, retira el exceso de agua.

Los “pros” usan un bote de aire comprimido, la mayoría lo hacemos sujetando las gafas por la montura y sacudiéndolas suavemente para eliminar las gotas de agua más grandes.

5. Seca con un paño de microfibra limpio

Aquí está la clave. Hay que secar las gafas sin dejar pelusas ni provocar arañazos.

Para conseguirlo, utiliza un paño de microfibra limpio. Seca suavemente las lentes y la montura con movimientos lentos y circulares. No frotes con fuerza ni uses paños viejos.

6. Utiliza un spray limpiador de lentes (alternativa o complemento)

Para una limpieza rápida o cuando no tienes acceso a agua y jabón lo mejor (y casi lo único) es usar un limpiador de gafas específico.

Estos productos están pensados para limpiar y mantener las gafas en perfecto estado. Aplica una pulverización por cada lado de la lente y limpia inmediatamente con un paño de microfibra limpio.

¿Podrías usar únicamente este método? Sí, aunque con el tiempo se suele acumular grasa corporal en los puentes nasales, en las patillas y hasta en los cristales que conviene retirar con un poco de jabón. Por eso, de vez en cuando es recomendable llevar a cabo los cinco pasos anteriores.

Consejos adicionales para cuidar tus gafas de sol

No esperes a notar la suciedad. El principal error que cometen los usuarios de gafas de sol es limpiarlas demasiado tarde, cuando la suciedad es visible. Lo ideal es ponerse una rutina. Puede ser una limpieza diaria (si las usas constantemente) o semanal si les das un uso más esporádico.

Otro consejo esencial para mantener las gafas de sol en perfecto estado es guardarlas siempre en el estuche. Cuando no las estés usando, guárdalas en su estuche protector. Esto las protegerá de arañazos, polvo y golpes.

Por último, ten mucho cuidado con el calor. Un ejemplo típico lo tenemos en el coche. No dejes tus gafas de sol dentro. O, al menos, guárdalas en un lugar protegido (nunca en el salpicadero o en el asiento del copiloto). Si las dejas expuestas al sol o al calor, se dañará la montura y los recubrimientos de las lentes.

Siguiendo estos sencillos pasos, podrás mantener tus gafas de sol limpias, sin arañazos y listas para proteger tus ojos durante mucho tiempo.