Todos, en mayor o menor medida, usamos pantallas en nuestro día a día: teléfonos móviles, tablets, ordenadores, televisiones…
Son necesarias en la “vida moderna”. Ahora bien, ¿tienen consecuencias en la visión?
- Respuesta corta: sí, las tienen.
- Respuesta larga: tienen consecuencias si abusas de ellas y no tienes las precauciones que comentaremos en este artículo.
A continuación, hablaremos de los problemas que causan las pantallas en la visión y, sobre todo, de cómo prevenirlos.
¿Qué ocurre en los ojos al usar pantallas?
Aunque quizá no seas consciente de ello, los ojos hacen un esfuerzo al mirar la pantalla. Esto es lo que sucede:
- Enfoque constante: Los músculos oculares trabajan más para mantener la vista enfocada en una distancia corta.
- Parpadeo reducido: Al usar pantallas, se parpadea menos, lo que provoca sequedad ocular.
- Exposición a luz azul: Las pantallas emiten luz azul, que puede causar fatiga visual y alterar los ritmos circadianos.
Estos problemas serán más acusados cuanto más tiempo pases mirando pantallas. En la actualidad, muchas personas superan las 8 horas diarias de exposición a las pantallas, una cifra que debería ponernos en alerta.
¿Cuáles son las consecuencias para los ojos de abusar de las pantallas?
Fatiga visual digital
Este tipo de fatiga también se conoce como “síndrome visual del informático”. Incluye síntomas como:
- Visión borrosa.
- Dolor de cabeza.
- Sensación de ardor o picazón en los ojos.
Diversas investigaciones han señalado que entre el 60 % y el 80 % de las personas que trabajan con pantallas experimentarán estos síntomas en algún momento de su vida.
A priori son síntomas leves, pero dependiendo de la sensibilidad de la persona las consecuencias podría ir más allá de una simple picazón ocular.
Miopía
El uso excesivo de pantallas se relaciona con un aumento de la miopía en niños y adolescentes. El tiempo prolongado en interiores (asociado al uso de pantallas) y la falta de luz natural contribuyen al desarrollo de este trastorno de la visión.
Para prevenir este problema, se recomienda que los jóvenes aumenten el número de horas realizando actividades al aire libre.
Alteraciones en el sueño
La exposición a la luz azul por la noche inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto puede causar insomnio y afectar la calidad del descanso. Por ese motivo, lo más recomendable es evitar las pantallas a última hora de la tarde.
Riesgos a largo plazo
Por el momento, no hay evidencias concluyentes de que las pantallas causen daño permanente en los ojos. Sin embargo, algunos expertos temen que la exposición crónica a la luz azul pueda aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades más graves que las mencionadas anteriormente, como la degeneración macular y otros problemas degenerativos en la retina.
¿Quiénes son más vulnerables al uso de pantallas?
Estos son los sectores de la población que tienen un mayor riesgo de sufrir problemas visuales debido al abuso de las pantallas:
- Niños y adolescentes: Sus ojos están en desarrollo y son más sensibles a las pantallas. Además, los jóvenes tienden a hacen un mayor uso de los dispositivos tecnológicos incrementando el riesgo de sufrir problemas en la visión.
- Trabajadores de oficina: Quienes pasan largas jornadas frente a ordenadores son, por razones obvias, otro de los perfiles que pueden sufrir las consecuencias de las pantallas.
- Personas con ojo seco: La sequedad ocular empeora con el uso prolongado de los dispositivos tecnológicos, por tanto, es un segmento de la población que también debería controlar la exposición a las pantallas.
¿Cómo proteger la visión frente a las pantallas?
Evitar las pantallas por completo puede y suele ser misión imposible. La buena noticia es que existen medidas sencillas para reducir el impacto que causa este tipo de dispositivo electrónico en la salud ocular:
Aplica la regla 20-20-20
Cada 20 minutos, mira un objeto situado a 20 pies (unos 6 metros) durante 20 segundos. Esta técnica ayuda a relajar los músculos oculares.
Ajusta tu entorno
Mantén la pantalla a la altura de los ojos y a una distancia de entre 50 y 70 centímetros. Utiliza una iluminación ambiental suave para evitar reflejos indeseados.
Parpadea conscientemente
Hacer pausas para parpadear regularmente previene la sequedad ocular. Esta sencilla técnica ayuda a generar lágrimas naturales que sirven para hidratar los ojos. Si tienes dificultades para producirlas de forma natural, la mejor solución es aplicar lágrimas artificiales.
Usa filtros de luz azul
Existen filtros específicos para reducir el impacto de la luz azul. Estos filtros puedes aplicarlos directamente sobre las pantallas (del ordenador o del teléfono móvil). También puedes adquirir unas gafas específicas que incorporen este filtro para el bloqueo de la luz azul.
¿Las pantallas del futuro serán más amigables con los ojos?
La tecnología sigue mejorando y permite, en cierta forma, contener los efectos negativos del uso excesivo de las pantallas. Existen tres razones para ser optimista y un motivo por el que deberíamos seguir teniendo precaución.
Las tres razones para el optimismo:
- Pantallas de tinta electrónica: Cada vez son más usadas en e-readers o ebooks. Imitan la apariencia del papel y son más cómodas para los ojos.
- Modos nocturnos: Reducen la emisión de luz azul. Están extendidos en aplicaciones y entornos tecnológicos.
- Parpadeo reducido en monitores: Los nuevos estándares del sector eliminan el parpadeo invisible que se suele asociar con molestias en los ojos.
El motivo para ser cautos es simple: las pantallas son elementos artificiales y “agresivos” para los ojos. La vista sufre al enfocar objetos cercanos y escenas brillantes como las que ofrecen las pantallas.
Precaución y moderación son y serán los mejores consejos para asegurar una vista sana a largo plazo. No olvides combinar el inevitable tiempo frente a la pantalla con la práctica regular de actividades al aire libre.