Dolor en el lagrimal: causas y tratamientos
Afecta a personas de todas las edades y genera una gran preocupación entre los que lo sufren. Así es el dolor en el lagrimal, una afección relativamente frecuente en las consultas.
¿Cuáles son las causas de este problema? ¿Se acompaña de otros síntomas? ¿Qué tratamiento es el más adecuado?
Quédate hasta el final, resolveremos todas las dudas sobre el molesto dolor lagrimal.
¿Por qué te duele el lagrimal?
El aparato lagrimal está compuesto por glándulas, que producen lágrimas, y conductos, que ayudan a drenar el exceso de lágrimas. Cualquier anomalía en estas estructuras puede causar dolor o molestias.
Esto es común que suceda tanto en niños y bebés (congénita) como en adultos (adquirida).
La causa más frecuente es la obstrucción del conducto lagrimal. Cuando eso sucede, surgen problemas como el mencionado dolor lagrimal.
No es la única causa de esta molestia. También puede producirse por rinitis alérgica, alteraciones palpebrales, infecciones, traumatismos, pólipos e incluso tumores.
El dolor en esta área puede ser una señal de varias condiciones, algunas leves y otras más serias. La más frecuente es la obstrucción antes mencionada, pero es un problema que debe diagnosticarse adecuadamente.
¿Qué otros síntomas acompañan al dolor lagrimal?
La obstrucción de las vías lagrimales provoca un dolor notable en la zona del lagrimal que suele ir acompañado de otros molestos síntomas:
- Enrojecimiento e hinchazón.
- Lagrimeo o secreción.
- Sensibilidad a la luz.
- Ojo rojo.
- Conjuntivitis.
- Visión borrosa.
Incluso fiebre si el problema va acompañado de infección. Los síntomas rara vez se limitan al dolor en el lagrimal, acostumbran a ir de la mano de otra sintomatología.
Tratamiento para el dolor alrededor del lagrimal
El tratamiento siempre depende de la causa subyacente, de ahí que lo más importante para abordar el dolor en el lagrimal sea realizar un correcto diagnóstico. El oftalmólogo terminará la causa de la obstrucción mediante un examen médico completo. Después, pautará el correspondiente tratamiento en función del origen y la severidad de la lesión.
Obstrucción leve
Se suele optar por liberar el conducto con suaves masajes en la zona del lagrimal acompañados de lavados con suero fisiológico. También ayuda el uso de lágrimas artificiales para aliviar los síntomas.
Este medida es la más conservadora y, en ocasiones, resuelve el problema. Masajear la zona suele ser el tratamiento de referencia en niños y bebés.
Obstrucción moderada
Acostumbra a requerir el uso de medicamentos antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios para resolver el taponamiento de los conductos lagrimales.
Obstrucción grave
Cuando la obstrucción es grave, puede requerir una intervención quirúrgica para solucionar el problema.
En estos casos, la cirugía se realiza para desbloquear el conducto lagrimal y permitir que las lágrimas fluyan con normalidad. Esta intervención también busca aliviar el dolor asociado a la obstrucción. La cirugía puede variar en complejidad dependiendo de la causa subyacente de la obstrucción. Por ejemplo, si se debe a un tumor, la operación acostumbra a ser más complicada y a requerir un enfoque más extenso.
¿Cómo prevenir el dolor lagrimal?
La prevención juega un papel esencial en los problemas oculares. Las medidas preventivas para reducir los dolores en el lagrimal incluyen:
- Mantener una buena higiene ocular: Realiza una limpieza diaria de los párpados y las pestañas con productos específicos para eliminar residuos y prevenir infecciones.
- Usar gafas protectoras: En ambientes con polvo en suspensión, productos químicos o durante actividades deportivas conviene utilizar gafas de protección para evitar lesiones y la entrada de cuerpos extraños en los ojos.
- Controlar el entorno: Mantén un ambiente con humedad adecuada. La sequedad ocular puede complicar la correcta liberación de las lágrimas, especialmente en entornos con aire acondicionado o calefacción. Considera el uso de un humidificador.
- Evitar el uso excesivo de pantallas: Si pasas mucho tiempo frente a dispositivos electrónicos, realiza descansos periódicos. Esto reducirá la tensión ocular y promoverá un parpadeo regular que favorecerá la distribución de lágrimas.
- Equilibrar la dieta: Incluye en tu dieta alimentos ricos en omega-3, vitamina A y vitamina E, son beneficiosos para la salud ocular. Los suplementos nutricionales también pueden ser útiles en ciertos casos.
- Controlar el uso de lentes de contacto: Aunque las lentillas son seguras, cuando surge el dolor en el lagrimal conviene limitar su uso hasta que el problema se resuelva por completo. Recuerda utilizar las lentes de contacto durante las horas recomendadas y seguir las instrucciones de limpieza y almacenamiento para prevenir infecciones. Sé escrupuloso con esto. Sigue las recomendaciones de tu oftalmólogo u óptico y del fabricante de las lentillas.
- Realizar exámenes oculares regulares: Las visitas periódicas son cruciales para detectar y tratar a tiempo cualquier problema relacionado con el lagrimal y otras condiciones oculares.
Estas medidas no sólo te servirán para prevenir problemas en el lagrimal, sino también para mantener una salud ocular óptima a largo plazo.
El dolor en el lagrimal es un síntoma que no debes ignorar, ya que puede ser indicativo de un problema subyacente grave.
En cualquier caso, este artículo proporciona una visión general del dolor o de la molestia en el lagrimal y sus implicaciones en la salud ocular. Es importante que consultes a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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