Dilatación pupila (midriasis) y Contracción pupila (miosis)
Antes de hablar de la dilación de la pupila, vamos a hacer una pequeña descripción de Iris, que es la estructura en la que se encuentra la Pupila, para así tener unas nociones básicas sobre esta estructura del ojo, y seguidamente explicar la dilatación de la pupila (Midriasis), así como la contracción de la pupila (Miosis).
El iris
El iris es una estructura del ojo formada por una membrana circular y coloreada con una abertura central que es la pupila, que deja pasar la luz al interior del ojo. El iris, localizado en la parte anterior del ojo, es lo que todos comúnmente conocemos por lo que le da el color a los ojos.
Funciones que desempeña el iris en la visión
El color de los ojos está determinado genéticamente y su coloración definitiva se alcanza entre los 6 y los 10 meses de vida. El más común es el color marrón. Los ojos de color verde representan aproximadamente un 2,6% de la población y el 10% de la población mundial presenta los ojos de color azul.
En el interior del iris podemos encontrar 2 tipos de fibras musculares, las primeras son el músculo dilatador del iris, y el segundo es el músculo esfínter del iris, responsable de hacer que se cierre la pupila.
El iris tiene la función de regular la entrada de luz al interior del ojo, de manera que los rayos de luz se puedan enfocar en la retina, igual que lo hace el obturador de una cámara fotográfica.
La pupila es un pequeño agujero ocular que actúa como regulador del paso de luz hasta la retina, mediante contracciones y dilataciones. Se encuentra cubierta completamente por la córnea.
Qué entendemos por midriasis
La midriasis es la dilatación de la pupila, esto ocurre por lo general cuando la visión se expone a una situación de baja iluminación y se activa la llamada visión escotópica . Es decir, aquella percepción visual que se produce con niveles muy bajos de iluminación, por ejemplo, de noche o en sitios con poca luz.
La midriasis o dilatación de la pupila puede producirse por diferentes causas:
Luz
Al despertar, después de varias horas dormidos, es normal que las pupilas estén dilatadas, al menos mientras consiguen adaptarse a la luz del día o la del lugar donde nos encontremos.
Otra de las situaciones habituales en las que las pupilas se dilatan, es cuando estamos en zonas oscuras, ambientes que no tienen la luz adecuada y en los que se dificulta ver con claridad, para aumentar la cantidad de luz que recibe el globo ocular las pupilas se dilatan.
Es tan sencillo como: a mayor luz recibida, la dilatación de la pupila será menor; a menor exposición a la luz, mayor dilatación.
Estímulos emocionales
Las causas naturales de dilatación de la pupila son los cambios de ánimo bruscos. Emociones como la excitación, los nervios o el entusiasmo, provocan esta reacción ocular. Sin influir en ello el nivel de luz del lugar donde nos encontremos, ni ningún otro condicionante.
Agentes químicos o drogas
Existen diversas sustancias que también favorecen la dilatación pupilar. Algunas de ellas son el alcohol o las drogas, que producen una gran excitación de las fibras musculares que componen el iris.
Existen también productos opiáceos que producen el efecto contrario, es decir, la contracción de la pupila. Los agentes midriáticos son sustancias que inducen a la dilatación de la pupila, por ejemplo la atropina, la tropicamida o el sulfato de duboisina.
Enfermedades
Enfermedades neurológicas
Padecer de tumor cerebral o edema cerebral puede producir una modificación del tamaño de las pupilas, incluso puede ser de manera distinta en cada uno. Esto sucede, por ejemplo, en casos de accidente cerebrovascular o hemorragia.
Lesión del nervio trigémino
Este nervio controla diferentes partes del rostro, cuando este se ve afectado, debido por ejemplo, a un traumatismo craneal, la pupila queda dilatada permanentemente, además se produce parálisis, dolores en la mandíbula o migrañas.
Síndrome de Claude-Bernard-Horner
Cuando una de las pupilas se contrae, puede suceder que pensemos que la otra está dilatada. La lesión de la arteria carótida, un tumor pulmonar o daño en el encéfalo, pueden desencadenarlo y provocar hundimiento del ojo y caída del párpado.
Midriasis arreactiva simétrica
La dilatación del ojo se mantiene a pesar de que se encuentran expuestos a una luz brillante. Cuando esto sucede suele ser un indicativo de la existencia de daño cerebral grave, como sucede en los paros cardio respiratorios.
Enfermedad oftalmológica
Si la dilatación de las pupilas no se debe a ninguna patología neurológica, pueden estar causadas por alguna lesión estructural del ojo que esté afectando el bienestar ocular. Un desgarro producido como consecuencia de un golpe, el glaucoma o la isquemia del iris son posibles causas que lo explican.
Tratamiento de la midriasis
Si presentas pupilas dilatadas, aunque estés en un lugar muy iluminado, debes acudir a un profesional de la salud visual.
Cómo has visto, existen muchas causas que pueden provocar que tengas las pupilas dilatadas o midriasis, por lo que es importante detectar la causa para que no vaya a más y se generen otros problemas asociados.
Es recomendable usar gafas de sol, no mirar al sol directamente y no exponerse a la luz solar.
Qué entendemos por miosis
Cuando la pupila se contrae estamos hablando de miosis. Esto sucede cuando la visión se expone a situaciones de luz intensa, que es la que usamos de día y se activa la visión fotópica. Que es la “visión fotópica” es la percepción visual que se produce a plena luz del día. Esta visión posibilita la correcta interpretación del color por el ojo.
Por el contrario, el consumo de opiáceos provoca el efecto contrario, que las pupilas se contraigan, algo que se conoce como miosis.
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